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15.12.07

Las películas buenas en la tele

Me gusta salir de marcha y emborracharme, lo admito. Me gusta salir los martes, miércoles y algún jueves. Me encanta escaparme un lunes por la noche y llegar al amanecer, sobre todo porque es como un reto: conseguir empalmar de bar en bar ese día que ningún bar abre.
Pero lo que realmente adoro es quedarme en casa los viernes. Sí, disfruto de lo lindo escogiendo la mantita y el sofá, más ahora que hace frío (porque lo hace).
Me caliento los restos de la comida del jueves (como no me gusta cocinar para mí sola, siempre lo hago para dos y me como la porción del otro en cualquier cena).
Luego, posición horizontal, gata a mi vera, estufita bien cerca y una buena película. Sí, no es común, pero aveces pasa: ponen una buena película en la tele. Las buenas películas en la televisión son como las cafaterías pequeñas y con encanto, esas que escasean y están escondidas, tanto que cuando las encuentras, te sientes un ser privilegiado, casi único.
Pueden haber pasado por esas mesas millones de personas, que tú sigues pensando que se trata de un lugar secreto; pueden estar viendo la misma película millones de personas, que tú sientes que eres de los pocos que se han quedado un viernes por la noche en casa y han presenciado el milagro.
Y haces lo que puedes hacer cualquier noche entre semana, tranquilamente, y sintiéndote original.

12.12.07

La paranoia de Auster


Mola. Si señor. Mola ser Paul Auster y poder hacer lo que te dé la gana (por ejemplo, dirigir una película basada en un relato de una de tus novelas), sabiendo que el público le va a prestar atención aunque sólo sea por curiosidad.
Como me pasó a mí. Sabía a lo que iba, que la cinta dejaba bastante que desear, que era personal y mala (por qué no decirlo claro), que la intervención de su hija no tenía demasiado sentido y que, probablemente hubiera muchas cosas mejores en las que gastar mi dinero... Aun así, allí me planté, arrastrando a otras tres curiosas ingenuas conmigo, y me tragué los 93 minutos de historia.
La vida interior de Martin Frost apareció por primera vez en mi vida al leer El libro de las ilusiones, del mismo Auster y con casi el mismo desarrollo. Ya cuando lees el argumento de la película que ve el protagonista de la novela te quedas un poco perdido. No tiene demasiado interés, piensas (o por lo menos yo lo pensé así), y lo dejas pasar como una parte más de una gran historia. Pero él va más allá y convierte ese relato en un filme real.
Es entonces cuando te entra la curiosidad. ¿Cómo lo habrá hecho? ¿Habrá sido capaz de conseguir algo de esa complicada relación entre tan sólo dos personajes? Las críticas dicen que no, pero Auster merece el tiempo y el esfuerzo (económico, se entiende). Para lograrlo, alarga la historia añadiendo nuevos elementos que no acaban de cuajar. Siendo exactos, esos nuevos elementos son un peculiar fontanero que añade el punto cómico y su hija, Sophie Auster, cantante y actriz en ciernes, que se cuela de una manera un tanto ilógica y aprovecha su breve paso por la pantalla para demostrar lo bien que actúa y canta... esto último, en fin, recuerda a un "vamos, niña, canta un poquillo" de las reuniones con amiguetes que se avecinana por estas fechas.
Y el público se ríe ante el atrevimiento y la irrealidad... nos reímos porque es Auster y se lo puede permitir.
Entonces viene el momento clave de solucionar la relación imposible entre el escritor y su musa, su insipiración en carne y hueso de la que se ha enamorado y que está condenada a morir cuando él termine su obra. Es entonces cuando la caga: si hubiera terminado la película en los primeros 45 minutos (aproximadamente), hubiera sido una historia redonda, el resto, es todo un despropósito. Sobre todo el final, que no voy a desvelar, y que evoca demasido alto a un deus ex machina del teatro clásico. Tanto como el momento en que él se tiene que vendar los ojos para recuperar a su amada de entre los muertos, porque si la mira, ella desaparecerá... ¿Dónde he escuchado ese argumento antes? Lo tomaré como un guiño al espectador pedantillo al que le gusta reconocer elementos de mitología griega en un relato cualquiera.
Es Auster. Se lo puede permitir.
Claro que se le acepta una vez, por concederle el beneficio de la duda más allá de todo lo dicho sobre el filme, pero no creo que se le vuelva a otorgar. A no ser que lo haga con un proyecto más serio y cinematográfico. No es lo mismo hacer cine que literatura, es algo que tendrá que tener en cuenta la próxima vez.

28.11.07

Ama, ama, ama y ensancha el alma

Quisiera que mi voz fuera tan fuerte
que a veces retumbaran las montañas
y escuchárais las mentes-social-adormecidas
las palabras de amor de mi garganta.
Abrid los brazos, la mente y repartíos

que sólo os enseñaron el odio y la avaricia
y yo quiero que todos como hermanos
repartamos amores, lágrimas y sonrisas.
De pequeño me impusieron las costumbres

me educaron para hombre adinerado
pero ahora prefiero ser un indio
que un importante abogado.
Hay que dejar el camino social alquitranado

porque en él se nos quedan pegadas las pezuñas
hay que volar libre al sol y al viento
repartiendo el amor que tengas dentro.

Ama, ama, ama y ensancha el alma, Iros todos a tomar por culo, Extremo Duro

Propongo una de canciones para el Amor Universal... ¿Cuál añadiríais?

27.11.07

De lo complicado de la sencillez

Creí que estaba aquí. Sí, pensé que por fin tenía algo claro. Ya en Granada, sin visitas pendientes (aunque queden viajes), con planes y fechas y las cosas claras, con lo que me cuesta.
Como era algo semipermanente me empecé a currar la cotidianidad, es decir: apuntarme a la autoescuela, buscar academias para mejorar mi inglés, volver a mi antiiiiiiiiiguo equipo de voley y establecerme un horario para escribir la novela que siempre he querido escribir.
(Parecen los propósitos de año nuevo!)
Pero no es tan fácil.
Autoescuela: bien, llevo dos días yendo, todo un logro!
Deporte: ayer fue mi primer día y lo más patético fue cosntatar que no queda ni una sola de mis compañeras (sustituidas por nuevas generaciones de veinteañeras que están en mucha mejor forma que yo, por supuesto).
Inglés: aún no hay nada concreto.
Novela: ahí va. Lo difícil será terminarla, ya me conocéis.
Y en enero me presento a la nueva beca que quiero pedir (creíais que ya había terminado con los estudios en el extranjero? Ingenuos!)

Pero el punto de inflexión fue precisamente al terminar mi entrenamiento de ayer. Sudada y maltrecha, miro el móvil y tengo una llamada perdida de un número nuevo, ¿de quién? No se trata de un novio, ex novio ni similares, sino de trabajo. Sí, de trabajo. Resulta que B., ex redactor jefe de elmundo.es y director (o lo que sea) de un nuevo proyecto que no pinta nada mal. Lo llamo y no contesta, siempre pasa igual. De todas formas, la llamada en sí ya significa algo, que me va a entrevistar, creo. Vale, está bien, pero, ¿y si después de la entrevista me quiere contratar? ¿Tengo que irme a Madrid? ¿Ya no me puedo presentar a la beca?
¿Se acabó mi recién estrenada cotidianidad?
Ya en casa, tengo 14 mails nuevos, y eso en una tarde... se ve que las tertulianas están revueltas: jefes que hace llorar, parejas que se rompen, investigadoras estresadas... ¡buuuuuuu! ¡Si todo era tranquilidad!
Y entre toda esa maraña de mails, dos que me sorprenden por venir de un par de amigos más lejanos que viejos. El último que leo me termina de trastocar: alguien de quien no tenía noticias desde hace un par de meses, me cuenta cómo ha cambiado su vida a raíz de la muerte de un amigo, cómo lo mataron mientras estaba de vacaciones en Portugal, una noche que salió a tomar una cerveza solo y lo asaltaron. Eso ha hecho que mi colega se replantee la vida: ha dejado su trabajo como directivo en los países nórdicos de una exitosa televisión y se haya ido a Berlín mientras decide qué va a hacer a partir de ahora.
Y yo hecha mierda. Tranquila, pero físicamente agotada. Apago el ordenador y me retiro. Un kit kat, un stop (que no un ceda el paso, ahora sé la diferencia), me lleno la bañera (aunque no sea muy ecológico), sales, una bolita eferverscente, incienso, velas y en el reproductor de CDs la música de Bruce, the boss, en honor al concierto en Madrid del que todos los telediarios hablaron, y en honor a los jefes y jefas, esos que hacen llorar y estresan, los futuribles (los que llaman para ofrecer entrevistas), los que dejan su trabajo para vivir y los que pronto pasarán a la historia.
Lo que más me gusta de mi cotidianidad, esta tan escasa, es que mi jefa soy yo.
¿Lo cambiaré ante la primera oferta? Probablemente sí, no nos engañemos, no soy tan especial como para que me llamen todos los días (además de tratarse de un proyecto muy interesante).
¿Dejará alguien su trabajo próximamente? Yo auguro que sí. Alguien cercano y harto. Pero no es fácil renunciar a la seguridad económica, claro que siempre está el ejemplo de mi amigo nórdico...
Si ya lo dijo Ortega eso de que el hombre está condenado a ser libre...

25.10.07

Historias del Valles

La Floresta es un lugar peculiar, sí señor. Un sitio en el que se mezclan los adinerados propietarios de espléndidas casas en el monte a cinco minutos de la siempre cosmopolita Barcelona con jipis, punkies, altermundistas y perroflautas de toda índole, integrantes de movimientos de ocupación que se han hecho con más de un edificio vacío de por aquí. El resultado es curioso y bastante plácido. Sólo hay que visualizar un típico pueblo del campo catalán, con su frío y su olor a leña; calles de piedra en cuesta y tranquilidad... todo esto pega con viejos en manadas y algún que otro jovenzuelo reunido con los de su especie en el parque, la plaza o ambos sitios. Pero están ellos, con sus rastas y sus jerséys de lana gorda, botas de montaña (o no), niños alternativos y perros con poco glamour y mucha simpatía.
Me bejo del tren, tras mi visita diaria a la residencia de mi abuela y encuentro a un marroquí hablando con uno de los seguratas de los ferrocarriles de la Generalitat. Se nota que se conocían de antes. El sujeto le cuenta al del uniforme que vienen de buscar al agresor del tren (todos sabéis a quién me refiero, imposible no saberlo), que vienen de Santa Coloma, de donde han dicho en tv que es el desgraciado.
-Sí, pues ya podéis daros prisa en encontrarlo, porque se va pa el talego- le contesta el de seguridad.
-Si,- dice el morillo- se va pa el talego, menos mal. Pero queremos darle una torta en la cara antes de que lo metan.
Yo seguía andando y me perdí el final de la conversación para meterme en otra. Eran otros tantos, se ve que del mismo grupo, en este caso simples punkis, como los de cualquier plaza. Uno le iba contando a otro, al que acababa de encontrar, que venían de Santa Coloma de buscar "al del tren".
Sí, eran un grupo organizado para linchar al imbécil.
¿Qué es todo esto? En serio, como periodista, hay cosas que me asustan y una de ellas es terminar formando parte de circos como el que se ha montado en los últimos días en torno a las imágenes de la menor ecuatoriana agredida en un tren de los ferrocarriles de la Generalitat.
La primera vez que vi el vídeo en el telediario me quedé casi sin respiración. Es impactante y, desde luego, llega mucho más que cualquier nota escrita al respecto... pero, después de verlo otras diez veces (y eso sin el menos esfuerzo), las imágenes han ido adquiriendo el tono irreal de lo que aparece en la tele, como algo lejano, artificial, no sé.
De todas formas, a mi entender, eso no es lo peor del asunto, ni mucho menos. Hay dos cuestiones básicas:
-Una es el hecho de que se hayan difundido en tv unas imágenes grabadas por cámaras de seguridad de un tren sin ocultar los rostros de las personas que salían en él (a excepción de la chica por ser menor). Esas imágenes fueron recogidas para proteger, nunca para ser difundidas. EL agresor estaba más que identificado por la policía, con lo cual no era necesario enseñar su rostro a toda españa, por muy hijoputa que sea; y menos aún, el del tercero en discordia, el testigo que apenas se atreve a respirar ante la agresión.
-El otro es el la manera en la que los medios de comunicación han asumido el protagonismo en el asunto estableciendo un juicio paralelo al legal en el que han puesto un micrófono en la boca del joven violento para que se explicara.
Como resultado, los implicados ya no son personas sino personajes, cuando lo que pasó no tiene nada de televisivo. Ella es la víctima, siempre lo fue, pero ahora tiene a un enjambre de cámaras y micrófonos que la persigue mientras en su casa, me imagino, el teléfono nunca deja de sonar. No creo que a nadie le haga gracia ser el centro de atención en estas circunstancias, menos si añadimos a todo lo anterior el hecho de que la chica no deja de ser una inmigrante que se ha tenido que enfrentar a una actitud violenta y racista, que, por desgracia, no es un caso aislado en nuestro país. Jóvenes como el famoso Sergi pasean por cualquier calle y todos lo sabemos. Son descerebrados, es cierto, e, igual que mi grupete extraño de la estación de tren había ido en busca del agresor para tomarse la justicia por su mano, los imbéciles del otro extremo pueden reaccionar de la misma manera o peor.
El papel de los medios de comunicación en este asunto debería haberse limitado a dar la información y, ok, usar las imágenes como forma de convulsión. Pero el resto es responsabilidad del la justicia y será el sistema judicial quien deba resolverlo mediante los cauces establecidos.
Ni el joven argentino testigo tiene que soportar que salga su cara en el tv cada hora (y que sus conocidos opinen bien o mal sobre su actuación); ni el cabrón de 21 años tiene que, a pesar de todo, tiene por qué enfrentarse a ninguna brigada vecinal...
Hubiera bastado con informar del proceso.

24.10.07

Per això m'as fet llevar aviat?

Eran los años de la Guerra Civil y Amor cogía cada mañana el tren de Valldoreix a Barcelona para ir a trabajar. A pesar de las bombas y de la muerte de su novio del que decidió no volver a hablar.
Cada mañana subía en el mismo vagón donde un grupo de personas mayores que ella ya la conocían y le guardaban un sitio en el que sentarse. Era menuda y bonita, con aspecto frágil aunque no débil y llevaba desde los doce años como ayudante de aquella costurera del centro de la ciudad.
Pero aquella mañana en el grupo de personas mayores apareció una cara nueva. Se llamaba Lluìs y era el hermano menor de uno de ellos, cartógrafo del bando republicano aunque pintor de profesión.
Les presentaron.
-Per aixó m'as fet llevar aviat? (¿Para esto me has hecho levantarme temprano?)- comentó el nuevo a su hermano.
Lo que molestó y con razón a la joven Amor que entendió en el momento la situación: Ángel había hablado a su hermano menor, Lluìs, de la jovencita que veía todos los días en el tren y quiso presentársela, pero al artista no le pareció lo suficientemente bonita... o eso quiso aparentar.
Porque empezó a presentarse a la salida del trabajo de ella y a pasar los ratos libres que tuviera en el frente con Amor.
De ahí, el roce surgió enseguida, como me cuenta mi abuela, que asegura que aún no le ha perdonado, a pesar de lo pasado, aquella frase.

*Si algún catalán ve esto, espero que me perdone las faltas de ortografía que seguramente tendré, aunque sólo haya escrito una frase... es que no lo he estudiado!!

17.10.07

cuando el mar se marcha (parajes para pararse)

Hace tiempo que no escribo y es curioso, porque es lo que más hago últimamente (aunque no el blog). Ando en una época de limbo, en medio de muchas cosas pero sin decidirme a entrar en ninguna. Tengo que trabajar y ganar dinero, pero no quiero trabajar porque limita mis tiempos.
Quiero viajar y lo que hago es leer. Busco destinos, escribo sobre los pasados, imagino los futuros...
Hoy quiero ir al mar Caspio.
El mar Caspio ni siquiera es un mar, sino un lago de agua salada situado entre Asia y Europa que algún día debió de ser mar, hasta que se quedó encerrado. Cerquita de ese extraño fenómeno hay un lugar que antes fue una ciudad costera, hasta que el mar se fue, se alejó 30 kilómetros de la orilla y dejó a los barcos de los pescadores abandonados en la antigua playa.
Eso fue hace ya algún tiempo y, ahora, los habitantes de esa poblaciòn empobrecida utilizan las carcasas de madera cascada para hacerse las casas.
También hay un ayuntamiento que sustituye los cristales rotos por periódicos y dos estatuas en la plaza: una es Buda y la otra Lenin, ambas están pintadas y repintadas con absoluta fealdad. Mientras manadas de perros se pasean por la decadencia con total familiridad, como los auténticos dueños del paraje.

...quiero conocer ese lugar

23.9.07

aire puro antes que cielo


jaja... ayer una amiga recibió un bombardeo de sms de madrugada. Podría haber sido un amante de esos que te adora cuando está borracho, pero no. Era yo.
Bueno, era la Mala rodríguez que se colaba en mi móvil. La historia es que estuve en el festival Mujeres del Mediterráneo, gratuito y en el anfiteatro de Marecena... y eso son muchas historias, que tampoco voy a contar, hubo cantidad de recuerdos y gosé de lo lindo con todas las que salieron al escenario.
Como cabeza de cartel, la Mala Rodríguez, María, de la que había oído hablar na más que regular en cuanto a sus directos y que a mí me encantó, con todo lo chabacana que es.
Así que cada vez que oía una frase que me gustaba le mandaba un mensajillo a mi amiga para que se quedara en enviados y me acordara hoy, jaja. El resultado es este (de último a primero) y no me tengáis muy en cuenta la selección:
3.53 h - Las palabras son como los testigos que te están viendo, se quedan mirando se quedan diciendo
3.38 h - Si tuviera que pedir un deseo no lo pediría, voy a cambiar el concepto de sabiduría
3.29 h - Si Mahoma no va a la montaña, la montaña a Mahoma tampoco
3.05 h - Mi favorita: Aire puro antes que cielo... bueno, eso es lo que yo entendí, hasta que Marta me convenció de que decía "Hombre mudo antes que ciego". Pero a mí me gusta más la mía, no?
La foto es de Albert Jodar, os recomiendo un paseo por sus imágenes.

21.9.07

Lo que diga la lluvia


...sssssssssssssssssshhhhh!
Calla y escucha...
lo que diga la lluvia

19.9.07

Medem y Manolito

Cada vez que salgo de ver una película de Medem me pasa lo mismo: termino de convencerme de que esoy irremediablemente enamorado de ese hombre y de su capacidad para tatuar historias.
Quiero que me miren como mira Medem. Quiero que me mire él. Quiero ser vista como vemos a sus mujeres. Porque es un cineasta enamorado de lo femenino, siempre lo ha sido, pero en su último trabajo, la mujer es TODO, en este caso en la memoria de su hermana, muerta de forma trágica en un accidente que tuvo lugar mientras iba a la inauguración de su propia exposición... y yo, que me siento parte de ese TODO de la historia, con menos componente trágico, espero, sólo quiero que me acaricien los ojos masculinos de él. Vivir con y en la persona capaz de crear esos mundos infinitos que sólo mi Julio crea...
y mientras volvía a casa, aún tocada por la historia, segura y reglítica (para más inri), un gatito apareció de debajo de un coche muy cerca de mi casa y me maulló. Quería cariño y yo, como podéis imaginar, no se lo pude negar. Era negro y pequeñito y me siguió hasta casa. Yo le dí comida y le puse una silla al lado del ordenador para que durmiera cerquita de mí mientras yo escribía. Le quise llamar Medem, pero me pareció que no me recordaba al hombre de mi vida, así que se quedó con Manolito.
Manolito ronronea cuando está cerca y le gusta acurrucarse entre mi brazo y mi cintura cuando me tumbo a leer en el sofá. Y yo le bailo una canción de la banda sonora de Pulp Fiction, moviendo las caderas, mientras él juega con el cordon del cierre de mi pantalón.
Tiene un poco de blanco en la barriguilla y es la primera vez que tengo un gato (siempre fueron gatas). Ni todo es negro, ni todo femenino.
Medem y Manolito son mi masculino de hoy. A Manolito le gusta frotarse contra mi nariz y a Medem las narices grandes, como la de sus musas (Emma Suarez, Najwa Nimri, Manuela Vellés) y como la mía, jaja, !lástima que él no lo sepa!

10.8.07

Con algo de retraso

La Realidad, 28 de julio de 2007

Es el último día de encuentro y estoy cansada, pero todo ha merecido la pena. Me quedo con la manera de comenzar el cuento que tuvo el "sub", algo así como: "los zapatistas hablamos de cosas que pasaron hace muucho tiempo para explicar lo que pasará mañana desde loq ue estamos viendo (y haciendo) hoy. Es por eso que se nos mezclan los tiempos y ya no sabemos muy bien de cuándo hablamos, y es por eso que los cuentos zapatistas no empiezan con 'érase una vez' sino con 'habrá una vez'.
Es su última aparición en estas jornadas y vuelve a la literatura para narrarnos sobre la luna y cómo ama a la noche, besando cada día su piel y recogiendo pedacitos de luz que la engordan, hasta que está llena y se vuelve a vaciar, más allá de las mopntañas, donde descansan los muertos de su rebelión, donde Ramona sonríe al saber que la próxima intergaláctica estará dedicada por entero a la mujer.
Y Marcos lo hace bonito, con su voz pausada y su capacidad de oratoria. La gente lo escucha, lo admira, lo espera en silencio desde que se intuye en el ambiente su aparición, cuando todos los soldados entran en elñ recinto y se forman; cuando todos los ojos buscan el pasamontañas diferente, la pipa, la barriga que sólo el tiene.
Y mientras habla, hasta la noche se para. Sólo se escucha el sonido del generador de luz y el de una respiración común que no llega a ser ruido. Los niños lloran más bajito porque intuyen que algo pasa ante la mirada inmóvil de sus padres. Los padres admiran a aquél que todos admiran aun siendop casi como ellos, casi indígena.
Es una lucha por lo más básico lñlena de palabras complejas: neoliberalismo, globalización, sistema capitalista. Palbras que se atragantan, se les traban en una lengua que no es la suya y se nota.
Estos días he tenido la sensación de estar inmersa en la Historia futura, en una de las historias, en plural, que enseñarán los zapatitas en sus escuelas. En un momento con sabor a maíz y olor a lumbre, pero eso no lo enseñarán los libros.
Y yo como mi propio relato, pequeñito en medio de tanta lucha, que también acaba hoy, pero con un final no deseado. Así que me ha quedado el corazoncillo algo rígido y a la espera, como el segundo antes de un estornudo, esperanza o cuarentena, sabiendo que el estornudo nunca llegará (ni una explicación que me ayude a comprender y termine con las preguntas).
Hay cosas que sólo pasan, quiera o no, y no está mal. El pecho me duele un poco, pero no está roto, sólo ha crujido leve y siento que soy capaz de sufrirlo sin más, igual que sé disfrutar de too lo que me está regalando este viaje.

18.7.07

Las cosas pasan por algo y los trenes tambi'en

Cuando piensa en como llego a ese lugar, sonrie. Todavia le cuesta aceptar que ocurriera de una manera casual, sobre todo cuando mira al fondo de los verdes que la rodean, cuando comprende el color del infinito.
Se perdio para aquellos que la habian conocido hasta el momento. Un buen dia como el que va a comprar tabaco y decide no volver. Ella no fumaba ni fuma, tampoco iba a comprar, solo que aquella ma;ana se deseprto con el pecho algo encogido y la respiracion peque;ita peque;ita, como a medias. No tenia penas ni problemas, pero le dolia aquel burru;o en el pectoral.
Por eso salio a caminar sin rumbo fijo. Y por eso no le gusto que el tren se interpusiera en su camino, impidiendole cruzar las vias.
Subirse a uno de esos vagones de mercancias fue un impulso que le permitio olvidarse de las arrugas en sus pulmones mientras imaginaba a que lugar le llevaria.
Pero nunca imagino lo que encontraria de verdad.
Llego a mil lugares que se le presentaban de una sola vez, sin dejarle mpoverse ni un metro. A mil verdes. VERDE. VERde. verDE. En las hojas, en las calles, en las faldas, en unos ojillos al despertar, en el agua, en sus sue;os, en el horizonte.
Tanto y tan bonito que el pecho se le arrugo aun mas y aprendio que a veces hace falta hacer un esfuerzo por respirar profundo y sorber de lo bueno, lo mejor. Y le dolio estirarse por dentro como si el nudo tuviera a;os, como si tuviera entra;as de cristal y al romperse sus propios pedazos se le clavaran en la piel desde el interior.
No vio la sangre pero supo que estaba ahi y que no era mala aunque fuera amarga. Crecio desde algun punto de su cuerpo que antes siquiera sabia que existia y ahora puede mirar mas lejos. Para ver mas y mas verde.
Todavia sonrie cuando piensa en como llego a ese lugar, del que no tiene ninguna intencion de regresar...

Nota
Texto inspirado en los paisajes de Guatemala, pero no en mi persona. Tranquis que no tengo intenciones de quedarme aqui para siempre, aunque me siga pareciendo increible. Sorry por las tildes, no hay en el teclado, argggg!

11.7.07

Belize?

Ese pedazo de tierra responde por s'i solo a cualquier duda. Negros, chinos, mayas, indios... gente que abarrota los autobuses y te habla en cualquier idioma, que pinta el paisaje de sonrisas y pobreza, de palmeras y casas de madera.
Y m'as negros hablando ingl'es en el Caribe, cantando, mirando, deseando y divirtiendo. Una mezcla entre Cuba y qu'e s'e yo... alegr'ia, escasez y monedas con la reina de Inglaterra. No tiene demasiado sentido, pero , qu'e m'as d'a?
Me hubiera perdido en sus valles o en sus mnta;as, por qu'e no? (como dir'ia la Trasovares), o en esas playas que prometen estar llenas de rastafaris fumando marihuana y escuchando reagge. En otra ocasi'on ser'a, lo prometo, pues es un pa'is que se merece mucho m'as que un d'ia.
Ahora me toca centrarme en Guatemala, en la islita de Flores y sus casitas. No pod'ia haber tenido un mejor encuentro con este lugar que despertar y darme cuenta de que estoy viviendo en una colina en medio de un lago, con cuestas y piedras, como mi Albayz'in, pero con paredes de colores.
...
ma;ana m''as

15.6.07

Conexiones raras

Es una superficie extraña en la que se mezclan las gravedades. Sale humo del suelo y la lluvia moja sin llegar a caer. Desde brookling puedo notar cómo todo está empapado, desde el puerto, cómo el mar escupe hacia arriba atravesando las falsas alcantarillas mientras espero el ferry que me va a enseñar la estatua de la libertad...
y al volver a casa tras una noche de marcha, en el metro hay una pareja. Ella me resulta familiar, tanto que sé que la conozco. Estuvo en Cuba. Sí, es la chica alemana que mi amigo el canadiense me presentó en Habana la última noche. Nos sorprendemos, nos abrazamos aunque apenas nos conozcamos. Annia hace tres semanas que llegó a Nueva York y quiere quedarse un tiempo, ya tiene trabajo de camarera. Yo estoy de paso, la semana próxima me voy a Montreal (Canadá) a visitar a un chico que conocí en Cuba (el mismo que me la presentó a ella).
No sé si tiene forma de círculo, una elipse o es un pañuelo como algunos dicen, lo que sé es que mi mundo es más abarcable de como se me suele presentar. Unas veces es la casualidad, otras "lo que tiene que suceder". En fin.

12.6.07

Nueva York visto por un pez

Es raro sentirse en un lugar conocido cuando nunca has estado antes allí. Culpa de las películas, supongo, o de la mezcla que representa esta ciudad: un cóctel de lo vivido.
Pero lo más raro es que en medio de tanto paisaje familiar o parecido, no seas capaz de relajarte porque a la vez todo es extraño, tan diferente al lugar del que llegas... ufff! Después de casi un año en México, tanto cemento y cristal marea, el agua del grifo se bebe con desconfianza, el éxito y la juventud de algunos provoca rechazo. Pisos pequeños, caros y nuevos, atardeceres en terrazas con gimnasio y minigolf, nadie tiene un hijo a los 24, todos suman carreras y máster, quedan para tomar el aperitvo con mimosas (champán y zumo de naranja natural), algunos viven en el barrio financiero...
Prefiero callejear, pero no llego a acostumbrarme.
Es muy raro.

8.6.07

Out of context (además del peyote)

A veces las cosas pasan justo de la manera que tienen que pasar y preguntarse por qué carece de sentido. Puede suceder que salgas de viaje hacia el desierto y en el camino encuentres una cascada junto a la que dormir; que te lo pases como un enano jugando en el agua con dos cuerdas y un flotador enorme; que te rías como hacía tiempo que no lo hacías (y sin necesidad de alcohol !).
Cabe la posibilidad de que te encierres durante horas con tres personas en un coche y que esas tres personas resulten ser las necesarias para perderse en medio de la nada o en un poblado con nombre de flor.
Una vez me pasó que quise comer peyote sin plantearme demasiadas cuestiones místicas, pero abierta a lo que pudiera ocurrir. Y ocurrió. Los cuatro sin planear casi nada y chocamos con tres personas que nos aseguraron que no teníamos que buscar a la planta, que ella nos encontraría y el desierto se ocuparía del resto. Esas tres personas nos guiaron entre espinas, nos dieron camas en las que dormir y en las que no dormimos, nos acompañaron en el "viaje", manteniendo vivo el fuego y cuidándonos. Porque sí. Y en el cielo, la luna amaneció casi llena para alumbrarnos, mientras dos tormentas nos rodeaban con relámpagos, pero sin agua (casi). En medio de ese espectáculo, nosotros, cada uno de nosotros y todos. Lucía llorando y riendo, mezclando cielo y tierra, viendo el mar en el desierto; Elena en su cuento, sonriendo y sintiéndose a ratos incompleta, alguna lágrima pero muchas más risas; Federico (nombre en clave de Germán) oliendo a los Caños de Meca, viendo un lugar familiar junto al fuego; yo, encogiéndome dentro de mi ropa, notando cómo me volvía más ligera gracias al aire, cómo mis zapatos se me iban quedando grandes mientras andaba detrás de todos, cuidándolos, queriéndolos abrazar con mi nueva levedad.
Porque las cosas sólo sucedían y nos mimaban con su perfección; porque se fueron nuestros tres angelitos de la guarda y nos dejaron durmiendo junto a un lago, apretados bajo los sacos y el edredón y llegaron otros tres custodios, ¡eran perros!, que vigilaban para que nadie se nos acercara.
Dormir.
Ver amanecer en colores nuevos: verde espejo para el agua, amarillo para el resto.
Mágico (aunque sea un adjetivo desgastado).

Otras veces las cosas pasan como no tienen que pasar. Es cuando pasan para no quedarse, cuando se terminan como ahora. Sí, de nuevo ese olor a despedida. ¿Que debería estar acostumbrada? Quizás, pero ¿cómo hacerlo? No sé. Son ellos tres, y todos los otros. Es saber que no se repetirá, ni siquiera será parecido. Esparcirse y reencontrarse a pedazos. Mañana comienza la diáspora.
Siempre me encuentro gente que merece la pena, la pena de perderles un poquito, para cambiarles de contexto.
I think i'm gonna be sad, i think it today.

29.5.07

Ideal para encuentros







¿No es curioso que el lugar más común sea precisamente el tiempo?

23.5.07

Le gusta esa canción

Sonríe porque esa canción le hace sonreír, y porque está en en el metro, rodeada de gente y aislada por sus auriculares, recordando cualquier otro momento, mezclando los tiempos gracias a la música. A veces le pasa. Como una melodía que se repite mientras viaja en un coche con amigos, el sabor a títulos a de crédito que le viene inevitablemente, la imagen cinematográfica de lo cotidiano con banda sonora.
Entonces piensa en cómo las películas han transformado su mente, en cómo eso no le sudecería a sus bisabuelos, ¿qué les pasaría a ellos?, ¿y a la generación posterior, la de los videjuegos, la de los realititys?
Quizás los niños de hoy mañana vivirán en sus mentes lo que George Orwell describió en 1984. Pensarán el mundo a través de una cámara, se plantarán el bien y el mal en términos de lo que la audiencia pensaría que está bien o mal... "si yo estuviera en Gran Hermano y hubiera hecho esto delante de una cámara, qué habría opinado la Campos". ¿Acaba de convertir a Maria Teresa Campos en algo parecido a Dios? Acaba de convertir a Maria Teresa Campos en algo parecido a Dios y eso le hace acusar su sonrisa.
Ahora piensa en ese refugio que es la intimidad en el que puedes hacer lo que te dé la gana sin miedo a ser juzgado o dañar tu imagen, porque no existe imagen si nadie la ve. Y casi se le escapa una carcajada al acordarse de sí misma frente al espejo sacándose granos o poniendo cara de tía buena cuando prueba un nuevo peinado. Esas situaciones ridículas en las que se la ha pasado por la cabeza una pregunta: ¿Te imaginas que hubiera una cámara detrás del espejo, como en algunas pelis?
Pero sabe que no es la única que hace estas cosas (y otras peores, o mejores) cuando nadie le ve. Entonces comprende muchas teorías. Lo ridículo de cada uno suele coincidir con lo ridículo de muchos otros, de la humanidad, si le apuras. Ahá, como la bla de plastilina de Caye, el principio del universo a partir de una masa en la que todo se funde y se vuelve a repartir; o la teoría de las almas de Platón, esas que iban volando en un carro y cayeron a nuestro mundo; o la esencia de Sócrates (¿era Sócrates? bo)... seguro que Kundera lo habría expresado bastante mejor. Es lo que tiene no ser un genio literario.
O pertenecer a una generación audiovisual.
Le gusta esa canción.

16.5.07

El estrés de sonreír

Cuando vayáis a un concierto o en una simple discoteca fijaos en una cosa: las caras de la gente cuando baila o escucha música. Por lo general, casi todo el mundo gesticula durante estas actividades, cada quien a su manera, pero hay pocas caras relajadas.
Las opciones son varias: apretas los labios, moverlos cantando o haciendo como que, mordérselos... pero la más común es sonreír de manera inerte pero cierta.
Sonreír como si les estuvieran haciendo continuamente fotos, algo que sale de manera natural.
Y, si te paras a pensarlo, es estresante, te dan ganas de gritar "¡Queréis hacer el favor de relajar los rostros!!!!", pero tú también lo tienes así, lo demás sería inexpresivo, soso, extraño.
Es el estrés social y puede tener serías consecuencias. Es lógico, imaginaos lo que tiene que suceder en vuestro cuerpot después de horas de minimúsculos contraídos... de ahí derivan multitud de dolores extraños, estoy segura, sean de cabeza, espalda, cuello o rodillas.
Ser feliz pasa factura, sobre todo cuando se es feliz de cara al resto.
Este estrés, además, puede convertirse en patologías más serias que incluyen la paranoia o la manía persecutoria. Es el caso de la gente que termina pensando que siempre hay alguien observándoles, lo que les lleva a adoptar posturas poco naturales (o poses) la mayor parte del día y a sonreír o mover las manos de una forma casi diabólica. Es a lo que se refiere Mía Nosequé, de la serie Rebelde, cuando dice aquello de "qué difísil ser yo"...
Y ya no desvarío más!

7.5.07

Aaaaahhhhhhhhhhhhh! Que me meo!! (basado en muchas historias reales)


Sí, si me paro a pensar en todos los momentos en los que el pis se ha convertido en el protagonista de situaciones o charlas, me doy cuenta de que vida ha transcurrido entre meones/as.
Ok, todos hemos soñado alguna vez que llegábamos al baño, tras una espera interminable, y nos aliviabamos sin darnos cuenta de que estábamos en la cama. Pero, cuando eso sucede pasados los primeros años de tu vida... míratelo, porque no es normal.
Entonces se convierte en anécdota (bastante graciosa, por cierto).
Sé que no os estaréis preguntando a qué coño viene esto, pero os lo voy a decir: viene a que un buen día después de una buena borrachera no muy lejana, me desperté para darme cuenta de que el chico con el que me había liado la noche anterior dormía sobre un charquito sospechoso. Aunque yo me quise convencer de que se le habría caído algo, una cerveza, qué se yo, cualquier cosa, el olor que empezó a desprender aquello pasado un rato no me dejó seguir mintiéndome. ¿Patético? Quizás. ¿Ridículo? Bastante.
Lo importante es que a mí no me manchó y creo que nadie se escapa de momentos semejantes. Quien esté libre de meado que invite a la primera chela.
Las primeras son mis amigas del colegio, jaja, las mismas que se llevaban compresas de sus madres ( de las gordas tipo pañal) a esquiar cuando aún no tenían la regla. ¿Que por qué?, pues porque sus vejigas no eran de demasiado aguante y es una putada mear en la nieve y tener que bajarse todo el mono. Mucho más cómodo llevar la compresa pañal para escapes tipo tena lady, y si no controlaban el chorrillo, si se meaban enteras, vamos, tampoco importaba, estaba calentito (lo malo es que luego pica).
Bueno, digamos que de todas ellas, algunas son mejores que otras en estos menesteres. Es el caso de A., campeona de las anécdotas urinarias cuyos ataques de risa le llevaron a mearse en sitios como la sala infantil de la biblioteca, con sus sillitas acolchadas en las que aún se puede percibir el cerco, o en la pista de cemento del colegio, después de que la "agitáramos" (como buenas amigas, jaja).
O L., que no pudo contener el pis en medio de los jardines del Triunfo. Qué tendríamos, 15 años? o 16, porque ya fumábamos porros. Sí, le dio la risa y se mojó entera. Lo peor es que S. y yo le insistíamos en que andara por la sombra porque se le veía menos la mancha, cuando era todo lo contrario (como buenas amigas, de nuevo).
O C., que a rondando los 20 añitos se despertó toda mojada porque tenía cistitis (debido a una demesurada actividad sexual) y no controlaba su vejiga. Le dio tanta vergüenza que nunca se lo contó a nadie, hasta ahora, y dormía con su novio usando compresas como las de mis niñas y sin pegar ojo, por miedo a lo que pudiera suceder.
Ah! También está la costumbre de E. de mear en su maceta de geranios por la mañana con tal de no bajar al baño. Y no bastándole con echar su amoniaco a la plantita, invita a su amante a que lo haga. Lo curioso es que las flores se ven mejor cada día.
¿Alguien más quiere confesar? Ah! Falto yo, pero yo paso, que para eso soy la del blog, jaja.
No, hombre, pero lo cierto es que mis historias de meados fuera de lugar no van más allá de alguna descarga en la ducha (al mejor estilo Mercedes Milá) o en las piscinas (y la verdad es que de eso ya me quité). Lo siento, pero tengo una vejiga del tamaño de un balón de fútbol y no se me suele escapar. Bueno, una vez meamos en un vaso y se lo dimos a probar a una "amiga" como el nuevo refresco de manzana, ¿eso sirve?
Espero que sí, si no, prometo cualquier otro secreto escatológico para compensar el haber desvelado vuestros momentos más húmedos.

PD: Me acabo de acordar de la época en la que teníamos un local en Granada. Ahí nos pasábamos las tardes fumando porros, jugando al Trivial o a las cartas y escuchando una y otra vez las mismas cintas o el Mono Temático de Radio3... El caso es que el sitio tenía baño, pero no había agua, así que meábamos en un cubo, todos en el mismo, que al final de la tarde estaba a reventar, y luego sorteábamos a quién le tocaba vaciarlo en las plantas de fuera. Siempre te salpicaba algo.

LA PREGUNTA

Por primera vez en su vida, el acto de llorar se manifestó ante ella bajo la forma de un sistema de correas y poleas gimientes que extraían el agua de un profundo pozo de dolor y la derramaban a sus costados, inundando con ella el mundo todo.

Ismail Kadare, NOVIEMBRE EN UNA CAPITAL

¿por qué no se me ocurrirán imágenes como ésta? ¿qué cojones hay que comer para escribir así?

3.5.07

¡Hoy es 3 de mayo!

Es el Día de la Cruz y Granada debe estar atiborrada de gente borracha.
Hace cinco años tuve el accidente de coche. Cinco años que sigo viva.
Hace cuatro que Irene y Javi vinieron a probar el rebujito (y vomitarlo).
Hace tres que Alberto condujo seis horas para pasar el fin de semana conmigo.
Hace dos que bailaba flamenco en la cocina de una residencia de estudiantes finlandeses con Ire, Luchi y otra granaína desterrada, Laura.
Hace uno que Tamara, Lucía se plantearon comerse todo el pescaíto frito de mi tierra mientras Italia, Madrid y el Albayzín celebraban una barbacoa en mi terracita.
Hoy me he puesto una camiseta verde con lunares blancos y, clavel rojo en el pelo, me dirijo al Scratch a enseñarles cómo se celebra esto (porque ellos están un poco confundidos ;).

otra manera de ver los jueves

Los jueves son d{ias duros, ya que se me juntan las dos únicas clases que tengo cada semana: una por la mañana y la otra por la tarde. La putada que esto implica es que tengo qeu qeudarme a comer en la uni (y por tanto aguantarme las ganas de cagar propias de la sobremesa) y esperar dos horas a la siguiente lección.
Pero hoy he hecho un gran descubrimiento: los sillones de la biblioteca son perfectos para echarte la siesta. Y nadie te mira raro porque todo el mundo lo hace. Con media hora he tenido suficiente para eoñar y todo. Claro que, cuando alguien se ha sentado a mi lado, mi yo adormilado se ha dicho "quién coño se ha sentado en mi cama", tras lo que he abierto los ojos para darme cuenta de cuál era la realidad.
Me ha faltado babear un poquito, de esa forma que sólo se hace en la siesta. Y no hubiera pasado nada, ya uqe los sillones, especialemente diseñados para eso, son impermeables. Cada quien que limpie su saliva y lo deje listo para el siguiente.
Ahora me tenge que ir a clase. Lo de las ganas de cagar lo solucionaremos en episodios venideros, aunque lo veo más complicado.

2.5.07

"No es fásil"


Espera.

Multitud.

Tukola.

Pesos cubanos.

Cerveza infame.

Ves muchas cosas.
No comprendes nada.

Fiesta.



...esta foto dice mucho de Cuba...

Gracias Luchi por recordármela, me he tomado la libertad de copiarla

1.5.07

yo, como buena trabajadora, paso de currar en este día

Cuanto mayor es el tiempo que hemos dejado atrás, más irresistible es la voz que nos incita el regreso, esta sentecia parece un lugar común, sin embargo es falsa. El ser humano envejece, el final se acerca, cada instante pasa a ser siempre más apreciado y ya no queda tiempo que perder con recuerdos. Hay que comprender la paradoja matenática de la nostalgia: ésta se manifiesta con más fuerza en la primera juventud, cuando el volumen de la vida pasada es todavía insignificante.



Milan Kundera LA IGNORANCIA

... entre cervezas (o chelas) surgió una conversación sobre lo que lo que añoramos estando aquí.

25.4.07

tananino no ni, tananino no ni... (melodía de Cumpleaños Feliz)

Mi querida y lejana Líala:
En este día tan especial, me he despertado pensando en unas cuantas verdades que has de saber ahora que cumples 23 años.
Lo primero es que no he vuelto a usar mi gorrito de la ducha (ese azulito y con lunares blancos) y tú sabes por qué.
Lo segundo es recordarte que según tu yo de 12 años (aprox.) los 23 era la edad perfecta para casarte.
Tercero es que he decidido no trabajar y, como por el momento no he encontrado al hombre que me quiera mantener, he pensado que me vuelvo pa españa, apañamos un rincón en tu cuarto y me das de comer y beber a cambio de que te cocine y te cosa la ropa.
Cuarto, el año que viene vas a empezar a hacer cosas raras como levantarte por lasmañanas y sentarte en una bicicleta estática o apuntarte a clases de tenis (si no pregútales a Lucía o Tamara).
La única canción que me sé a la guitarra la toco cada vez peor y pienso tocártela cuando vuelva a España (vamos por la quinta).
Sexto: con ese culito los peditos sabes a menta!
Séptimo: para celebar tu cumple (y el de Elena, que tb es hoy) este viernes estamos organizando el fiestón del siglo con djs, drogas y, lo más importante, globos de helio para cantar como las ratas de Babe, el cerdito valiente.
Bueno, a falta de movimiento neuronal debido a las horas del día que son, no se me ocurren más consejos grasiosillos. Pero invito a mis fieles lectores (más bien lectoras) a que participen y sigan con la ristra de verdades.
Muchos besillos desde el Otro lado

18.4.07

...welcome

Desde arriba, Guadalajara parece desperezarse tras un largo día, a través de luces que se van prendiendo como bostezos. Yo también estoy cansada, después de atravesar lo que a mí me han parecido más de dos siglos mientras que para otros han sido 18 días (será cuestión de puntos de vista, como todo). Ya estamos casi en tierra y eso me alegra, porque siempre me gusta volver a cualquiera que sea mi casa y porque un latido desordenado, justo antes de subir al avión, se me ha clavado a modo de mal designio en las más de dos horas de vuelo.
En los ojos traigo un par de lágrimas demasiado tímidas como para salir. No tienen motivo y no está bien eso de llorar porque sí.
¿Tristeza?No. No se trata de eso.
Quizás sea algo más complejo y a la vez más simple. Sólo una sensación que ya empiezo a catalogar: el último trago de un viaje.
Mis días sola al otro lado del Muro me han abierto viejas heridas, pero de las que no duelen de verdad, sino sólo para que no las olvides. La herida de no ser más que uno mismo; la de ver el mundo y reflexionarlo, discutirlo sin más interlocutor que tu sombra.
Ver, vivir dos mundos tan distintos y tan cercanos, geográficamente hermanos y realmente opuestos: Tijuana-S.Diego. Y yo crecida ante mi capacidad de camuflarme más o menos en ambos, tan aliviada al saber que no necesito grandes trámites para pasar; que la cola invisible, la espera y la duda no son para mí. Porque soy europea. Tan cruel en mi alivio. Tan a gusto en los brazos del enemigo, en su orden, en su limpieza, en su escaparate de felicidad...
Meet people. Talking and talking and talking and talking... with my unperfect english. With some beer.
With my imperfect me.
Tan satisfecha con mis zapatos nuevos, con mi bolso, con todo y con nada.
Conmovida con las ballenas que se acercaron hasta la barquita en la que estábamos sólo para que las acariciáramos, como gatitos marinos de 16 metros de largo, cariñosas por instinto. Agradecida con el sur de Baja y sus gentes, con la hospitalidad y las olas, esas que me ayudaron a ponerme de pie sobre una tabla de surf, a mirar al océano con otros ojos.
Tan feliz con los días de autoestop y las risas de las chicas en medio de la "nada".
Y en el autobús que me lleva del aeropuerto a casa se me cuela otro pedazo de realidad, esta vez con música
... puede que te ignore
puede que te maltrate
pero el cielo ha querido
de él enamorarte
puede que te sea infiel
que te engañe con tu mejor amiga
pero si lo amas
eso no te importaría...

Todo ello adornado con el sonido de la tuba propio de la música norteña. Entonces me acuerdo de Nortec y la subcultura en Tijuana. Hay gente que quiere reciclar todo esto... ¿o quiere parecerse a aquéllo?
¿Por qué será tan difícil formarse una opinión? Me declaro oficialmente incapaz de tomar partido.

12.4.07

Historias de camiones y camioneros

José lleva 15 años trabajando de camionero. Ahora tiene 31. Ayer llevaba sal desde Guerrero Negro a Tijuana, atravesando la península, cuando nos recogió en un punto de control sanitario en la carretera.
Nosotras nos montamos con él porque el hombre del control nos lo recomendó y en diez horas de viaje juntos (la mayoría de noche) conocimos lugares semiclandestinos en los que sólo paran camioneros y donde puedes comprar pastillas para no dormir; aprendimos que se hacen luces entre ellos para confirmar que están despiertos y todo sigue bien; vimos una película en su dvd portátil; no giñamos cuando paró en medio del desierto y se reunió con otro camionero en plena noche; decidimos que no volveríamos a hacer raid a oscuras y en zonas sin población ni cobertura...
La noche en la carretera es de los camioneros.
Para nosotras mejor un motel o un bus. Aunque todo es interesante y de todo se aprende.
Y nosotra seguimos vivas a pesar del decorado de película de terror por el que nos movemos últimamente...

2.4.07

La Paz, Baja California


Atraviesas paisajes plagados de catus gigantes mientras llenas los pulmones de polvo. Esto es Mèxico, el Mèxico al que huyen los yanquis cuando quieren dejar algo atràs; el que te imaginas cuando te dicen que te vas un año a ese paìs.
Y yo hago el recorrido inverso al de los gringos, de sur a norte, empezando por La Paz, para terminar en Tijuana. Mientras tanto, me espera mucha playa de arenas blancas y agua invisible pero frìa. A mi izquierda el ocèano y a mi derecha el mar, Pacìfico y Cortès: nada suena a turbio por estas tierras.
Vientecillo, agua y publicidad de CocaCola.
De nuevo en el camino.
Cervecita y gente nueva, sol y amigos.
Paz.

P.D. El dibujo no es mìo

28.3.07

"Paren el mundo, que yo me bajo"

Cuarenta y cinco personas mueren en Irak al explotar varios camiones llenos de explosivos, eran mayoritariamente chiies. Uno de los vehículos era de los que se utiliza para transportar trigo, por lo que la se agolpó entorno a él... como represalia, otras 60 personas son asesinadas a tiros, en este caso sunies. Y te dan ganas de pedir un tiempo muerto indefinido, una pausa para llorar o para no seguir sabiendo, para que no sigan pasando las horas como si nada; las muertes como palabras.
Para que no te sepa bien la tostada.
Mientras, en España, los gallegos piden a la Real Academia de la Lengua (ya sabéis, la que "Limpia, pule y da esplendor") que elimine la acepción peyorativa del vocablo "gallego" del diccionario, porque recoge que en ciertos países latinoamericanos se usa como insulto.
¿Será cierto eso de que existen realidades paralelas que sólo a veces se mezclan? Ahora comprendo las teorías de mi madre sobre las distintas dimensiones, sólo así puede tener algún sentido todo esto.

27.3.07

Crisis vocacional

El domingo me levanté como si me hubieran dado una paliza (eso os lo explico más tarde), pero eso no me impidió cortar y coser hasta fabricar un vestidito que ponerme.
Para el lunes, sin embargo, en lugar de la aguja y el hilo me esperaban los pinceles y el acrílico con los que acabar el cuadro que tenía empezado.
Hoy martes, me ha dado más por las palabras y ando a medio escribir y medio leer.
¿Por qué coño me decidí por el periodismo?
¿Es tarde para dedicarme a otra cosa? No soy muy exigente, me basta con que sea un trabajo creativo... tal vez algo de peluquería, no sé.

14.3.07

Una historia ridícula

Qué tendríamos, ¿nueve o diez años?, ni sé, quizá hasta menos. En esta historia hay dos personajes: unos soy yo y al otro lo llamaremos J, para conservar su intimidad y esas cosas.
J y yo estábamos solas en su casa, un pequeño apartamento del Albayzín bajo con tres dormitorios, un baño y una cocina con una terracita desde la que se veía la Alhambra, creo que pagaban 24.000 de las pesetas de entonces (parezco una abuela hablando de perras gordas? pinche euro, nos ha envejecido), pero eso no viene al caso.
El caso, de hecho, es que a mí me entraron ganas de cagar y, no lo voy a negar, soy tranquila en esas cosas, me gusta tomarme mi tiempo. El problema surgió cuando a J le dio un apretón como que incontenible y no había más baños en el piso, así que cogió una bolsa de plástico y, eso sí, en lo que viene siendo la sala destinada para ello (en la que me encontraba yo), se agacha y deja a su cuerpo hacer.
Después de reírnos lo nuestro surgió el segundo problema: ¿qué coño hacemos con esto? Porque J temía la reacción de su madre ante tal guarrada. Así que rellenamos bien lo que quedaba de bolsa con papel higiénico y metimos esa bolsa en otra y en otra hasta uqe quedó casi una pelota compacta.
¿Y ahora? "Vamos a tirarla por la terraza", me dice J (o le digo yo, no sé a quién se le ocurrió la idea). Allí vamos y, sin mirar, la lanzamos. Claro que, nuestra curiosidad fue más fuerte y no pudimos evitar asomarnos para ver dónde había caído. Ahí sí que fui yo.
Y pude ver y ser vista. El barrendero, un hombre moreno con el pelo rizao y gafas de sol, miraba hacia arriba y se cagaba en tos nuestro muertos más una serie de amenazas que mi mente ha borrado por miedo (jaja).
Dios! J me aseguró que ella conocía a ese hombre y que él sabía dónde vivía, bla, bla. Total que, acojonadas, decidimos cerrar todas las ventanas y no movernos para que pareciera que no había nadie en casa... pero como no era suficiente, fuera a ser que entrara forzando la puerta, nos escondimos debajo de la cama y nos echamos el edredón por encima.
Estuvimos así un tiempo indefinido que a mí se me hizo eterno. Escuchando al barrendero en todas partes. Hasta que la puerta de la casa se abrió y llegó su padre para enconrtarnos en tremenda pose. Claro, ¿y cómo le explicábamos lo que había pasado?
Lo peor es que a día de hoy todavía me acuerdo de ese barrendero, que ya no sé si se ha convertido en una pesadilla o en mi hombre ideal, con lo que me gusta un pelo moreno y rizado, de esos que no tiene ni uno solo de los tíos con los que retozo...

13.3.07

Nieve de marzo (cuento a completar)

Ella sólo quería despertarse el día de su cumpleaños y que estuviera todo nevado...Sólo quería eso. Pero marzo no es un mes de nieve para las tierras del sur y cada nuevo nueve sentía una extraña decepción al mirar por la ventana y ver el sol.
Digamos que alguien supo de su deseo y que hubo cierto enfado de por medio. Pongamos que ese alguien le dejó un vasito de nieves lejanas al lado de la cama justo antes de despertar, que cuando ella abrió los ojos no era más que agua. La bebió sin vacilar. ¿No hacía demasiado calor para estar en marzo?En ese instante un frío intenso acarició su estómago y de ahí se extendió al resto de su cuerpo.
"¿Dónde está el Sol?, me siento helada"

Formó parte del regalo a Cayetana( http://nuevedemarzo.livejournal.com/ ), y sigue buscando un final... ayudadme!!

5.3.07

A veces me gustaría vivir en una ciudad costera

A veces echo de menos vivir frente al mar, aunque nunca lo haya hecho, para sentarme a mirarlo en momentos como este, quietos y demasiado huecos. Esa masa de agua me asusta, me impone y me encanta. Porque una de las mejores sensaciones que existe es la de zambullirse en al agua de golpe y notar el frío en cada centímetro de tu piel.
Y en invierno darse cuenta de que el agua puede ser color gris espejo y la arena tan fría como el acero, aunque más blandita.
El mar encierra y libera, como nuestro cerebro; con sus partes inexploradas (la mayoría) y monstruos que nos atormentan más por lo que imaginamos que por lo que realmente son.
Yo nunca me adentro en sus profundidades, tampoco en las de mi mente, no me fío, pero me gusta sentarme frente a su murmullo y sacarle miles de parecidos, como si cualquier cosa se pudiera parecer a él de algún modo, o él a cualquier cosa.

9.2.07

Líala (coming soon)


... she's coming, is coming...
(esta foto debería haber formado parte del post anterior, pero también vale ahora)