Me gusta salir de marcha y emborracharme, lo admito. Me gusta salir los martes, miércoles y algún jueves. Me encanta escaparme un lunes por la noche y llegar al amanecer, sobre todo porque es como un reto: conseguir empalmar de bar en bar ese día que ningún bar abre.
Pero lo que realmente adoro es quedarme en casa los viernes. Sí, disfruto de lo lindo escogiendo la mantita y el sofá, más ahora que hace frío (porque lo hace).
Me caliento los restos de la comida del jueves (como no me gusta cocinar para mí sola, siempre lo hago para dos y me como la porción del otro en cualquier cena).
Luego, posición horizontal, gata a mi vera, estufita bien cerca y una buena película. Sí, no es común, pero aveces pasa: ponen una buena película en la tele. Las buenas películas en la televisión son como las cafaterías pequeñas y con encanto, esas que escasean y están escondidas, tanto que cuando las encuentras, te sientes un ser privilegiado, casi único.
Pueden haber pasado por esas mesas millones de personas, que tú sigues pensando que se trata de un lugar secreto; pueden estar viendo la misma película millones de personas, que tú sientes que eres de los pocos que se han quedado un viernes por la noche en casa y han presenciado el milagro.
Y haces lo que puedes hacer cualquier noche entre semana, tranquilamente, y sintiéndote original.
2 comments:
ay, por qué estoy tan triste chiquita??
Vivan, las buenas películas en la tele, el domingo le tocó a Amelie!!
Muak
Yo echo de menos Versión Original... era mi única razón para quedarme en España los viernes en casita... aunque intentaba salir después a aventurarme a empalmar bares :)
Post a Comment