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15.11.06

Entre el 10 y el 15 de noviembre

Llevo algunos días de retraso en cuanto a notas mentales. Pensando en escribir sin hacerlo. Queriendo dejar un mensaje bonito a un par de buenos amigos. Preguntándome por qué nacieron justo el mismo día dos personas tan distintas y tan ligadas a mí.
El 10 de noviembre debió de ser un gran día en años distintos. Primero Luis y luego Alicia. Mi Luis; mi Alicia.
Luis, que se acabaría convirtiendo en la persona con la que he compartido la relación más sincera de mi corta vida, la confianza pura, inocente, que persiste a través de los años y los kilómetros. Porque él es de ésos que nunca retiran el cariño una vez que han decidido dártelo, ése que te hace sentirte especial en lo cotidiano, porque sí.
Y ya ha alcanzado el cuarto de siglo.
Alicia, 'la que siempre está lejos', ¿o soy yo?. Fuimos juntas al colegio, nos separamos en el instituto, pero nunca del todo. Yo me fui a Madrid y ella a Múnich. Convivimos un año en la capital y regresó a Granada. Yo a Turín, luego, ella a Berlín. Vuelta a Granada y a mí me da por cruzar el charco... y nunca nos dejamos. Porque nació un 10 de noviembre. Con sus preciosos ojos verdes y sus palabras cariñosas, de esas que a mí tanto me cuestan.
Ayer estuve en el concierto de Morrisey. Cuántos años esperando ese momento, que me supo a poco, a corto. Recordando las tardes en el Häga, esa tetería de Lavapiés en la que trabajaba en segundo, donde devoraba los cassetes del de Manchester y esperaba el milagro de un cliente libro en mano. Eso es para mí el cantante de The Smiths: tranquilidad de pies fríos, trajes de segunda mano y tés acompañados de tarta; baños con azulejos de colores y lámparas construidas con objetos cotidianos. Ese fue el año en Madrid que Ali y yo compartimos. Pero al concierto le faltaron muchas canciones. Igual que a nosotras nos faltaron muchos momentos que dejamos de tener.
Después fui a tomar unas chelas (cervezas) a un tal Red Pub y sonó más Morrisey mientras se colaba una canción de los Pixies, Where is my mind, entonces me acordé de Luis. Siempre me acuerdo de él con esa canción, porque él me la regaló, como tantas otras, y tiene el don de sonar en cualquier parte para hacerme sonreír...
Definitivamente, el 10 de noviembre debió de ser un gran día.

2 comments:

Anonymous said...

Es curioso lo de asociar canciones o grupos de música con las personas. Yo cada vez que escucho el 'Vidanía' de La Buena Vida me acuerdo de tí, en la época que nos conocimos casi siempre lo tenías puesto en casa.

qué tal D.F.? no dáis señales de vida!!!

mua

t.

Anonymous said...

felicidades a ambos!
muaks
luchi