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25.4.07

tananino no ni, tananino no ni... (melodía de Cumpleaños Feliz)

Mi querida y lejana Líala:
En este día tan especial, me he despertado pensando en unas cuantas verdades que has de saber ahora que cumples 23 años.
Lo primero es que no he vuelto a usar mi gorrito de la ducha (ese azulito y con lunares blancos) y tú sabes por qué.
Lo segundo es recordarte que según tu yo de 12 años (aprox.) los 23 era la edad perfecta para casarte.
Tercero es que he decidido no trabajar y, como por el momento no he encontrado al hombre que me quiera mantener, he pensado que me vuelvo pa españa, apañamos un rincón en tu cuarto y me das de comer y beber a cambio de que te cocine y te cosa la ropa.
Cuarto, el año que viene vas a empezar a hacer cosas raras como levantarte por lasmañanas y sentarte en una bicicleta estática o apuntarte a clases de tenis (si no pregútales a Lucía o Tamara).
La única canción que me sé a la guitarra la toco cada vez peor y pienso tocártela cuando vuelva a España (vamos por la quinta).
Sexto: con ese culito los peditos sabes a menta!
Séptimo: para celebar tu cumple (y el de Elena, que tb es hoy) este viernes estamos organizando el fiestón del siglo con djs, drogas y, lo más importante, globos de helio para cantar como las ratas de Babe, el cerdito valiente.
Bueno, a falta de movimiento neuronal debido a las horas del día que son, no se me ocurren más consejos grasiosillos. Pero invito a mis fieles lectores (más bien lectoras) a que participen y sigan con la ristra de verdades.
Muchos besillos desde el Otro lado

18.4.07

...welcome

Desde arriba, Guadalajara parece desperezarse tras un largo día, a través de luces que se van prendiendo como bostezos. Yo también estoy cansada, después de atravesar lo que a mí me han parecido más de dos siglos mientras que para otros han sido 18 días (será cuestión de puntos de vista, como todo). Ya estamos casi en tierra y eso me alegra, porque siempre me gusta volver a cualquiera que sea mi casa y porque un latido desordenado, justo antes de subir al avión, se me ha clavado a modo de mal designio en las más de dos horas de vuelo.
En los ojos traigo un par de lágrimas demasiado tímidas como para salir. No tienen motivo y no está bien eso de llorar porque sí.
¿Tristeza?No. No se trata de eso.
Quizás sea algo más complejo y a la vez más simple. Sólo una sensación que ya empiezo a catalogar: el último trago de un viaje.
Mis días sola al otro lado del Muro me han abierto viejas heridas, pero de las que no duelen de verdad, sino sólo para que no las olvides. La herida de no ser más que uno mismo; la de ver el mundo y reflexionarlo, discutirlo sin más interlocutor que tu sombra.
Ver, vivir dos mundos tan distintos y tan cercanos, geográficamente hermanos y realmente opuestos: Tijuana-S.Diego. Y yo crecida ante mi capacidad de camuflarme más o menos en ambos, tan aliviada al saber que no necesito grandes trámites para pasar; que la cola invisible, la espera y la duda no son para mí. Porque soy europea. Tan cruel en mi alivio. Tan a gusto en los brazos del enemigo, en su orden, en su limpieza, en su escaparate de felicidad...
Meet people. Talking and talking and talking and talking... with my unperfect english. With some beer.
With my imperfect me.
Tan satisfecha con mis zapatos nuevos, con mi bolso, con todo y con nada.
Conmovida con las ballenas que se acercaron hasta la barquita en la que estábamos sólo para que las acariciáramos, como gatitos marinos de 16 metros de largo, cariñosas por instinto. Agradecida con el sur de Baja y sus gentes, con la hospitalidad y las olas, esas que me ayudaron a ponerme de pie sobre una tabla de surf, a mirar al océano con otros ojos.
Tan feliz con los días de autoestop y las risas de las chicas en medio de la "nada".
Y en el autobús que me lleva del aeropuerto a casa se me cuela otro pedazo de realidad, esta vez con música
... puede que te ignore
puede que te maltrate
pero el cielo ha querido
de él enamorarte
puede que te sea infiel
que te engañe con tu mejor amiga
pero si lo amas
eso no te importaría...

Todo ello adornado con el sonido de la tuba propio de la música norteña. Entonces me acuerdo de Nortec y la subcultura en Tijuana. Hay gente que quiere reciclar todo esto... ¿o quiere parecerse a aquéllo?
¿Por qué será tan difícil formarse una opinión? Me declaro oficialmente incapaz de tomar partido.

12.4.07

Historias de camiones y camioneros

José lleva 15 años trabajando de camionero. Ahora tiene 31. Ayer llevaba sal desde Guerrero Negro a Tijuana, atravesando la península, cuando nos recogió en un punto de control sanitario en la carretera.
Nosotras nos montamos con él porque el hombre del control nos lo recomendó y en diez horas de viaje juntos (la mayoría de noche) conocimos lugares semiclandestinos en los que sólo paran camioneros y donde puedes comprar pastillas para no dormir; aprendimos que se hacen luces entre ellos para confirmar que están despiertos y todo sigue bien; vimos una película en su dvd portátil; no giñamos cuando paró en medio del desierto y se reunió con otro camionero en plena noche; decidimos que no volveríamos a hacer raid a oscuras y en zonas sin población ni cobertura...
La noche en la carretera es de los camioneros.
Para nosotras mejor un motel o un bus. Aunque todo es interesante y de todo se aprende.
Y nosotra seguimos vivas a pesar del decorado de película de terror por el que nos movemos últimamente...

2.4.07

La Paz, Baja California


Atraviesas paisajes plagados de catus gigantes mientras llenas los pulmones de polvo. Esto es Mèxico, el Mèxico al que huyen los yanquis cuando quieren dejar algo atràs; el que te imaginas cuando te dicen que te vas un año a ese paìs.
Y yo hago el recorrido inverso al de los gringos, de sur a norte, empezando por La Paz, para terminar en Tijuana. Mientras tanto, me espera mucha playa de arenas blancas y agua invisible pero frìa. A mi izquierda el ocèano y a mi derecha el mar, Pacìfico y Cortès: nada suena a turbio por estas tierras.
Vientecillo, agua y publicidad de CocaCola.
De nuevo en el camino.
Cervecita y gente nueva, sol y amigos.
Paz.

P.D. El dibujo no es mìo