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6.11.06

Se quería comer el mundo de una sola mordida

Es propio de los animales el jugar, el hacer como que, pero no en serio. Y en esos juegos nadie debería hacerse daño, ni heridas; nadie debría llorar de veras.
Tampoco la vida debería doler.
No es justo que las las ganas de correr se traduzcan en tropezones, que la energía se convierta en miedo de forma arbitraria.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, a jugar, a probar y echarnos para atrás si fuera el caso. Pero no existe el derecho a doler.
Y la vida lo hace aveces, sin tener por qué.

2 comments:

Irene said...

No lo he entendido muy bien, pero es bonito. Te quiero, putita. Si no fuese por vos, aquí -y en otros muchos sitios- me había muerto. Y me alegro de que tu vocación esté renovada, porque lo haces muy requetebien y es una pena que dejes de hacerlo -vista tanta gente que lo hace fatal y no desiste-. Besitos desde el dormitorio contiguo.PD: nos vamos a comer el mundo. No a los bajones!

Caye said...

te entiendo tan bien... y yo desde mi ABALON psicologico, mi islita en la siento cierto control, he intentado entender lo que dices tantas veces; psicoanalístas, poetas, artistas, y hasta administrativos... Cuando no tenemos repertorio, debemos crearlo pero los gatos juegan a pelearse con sus hermanos para aprender a defenderse, por qué cuando se trata de un aprendizaje emocional no es aséptico, no es figurado; por qué entonces, ensayando, el dolor tb es real??¿¿?

Me has leido el pensamiento ...llevo ún par de días dándole vueltas...
Muchos besos a las dos florecillas, (el viernes es el cumple de Ali, chibatazo)